Comenzamos situándonos en la geografía peninsular. Nos encontramos en Extremadura, tierra de dehesas, muy cerquita de Cáceres entre Aliseda y Puebla de Obando, en la Sierra de San Pedro. Aquí en la zona y en estas fechas se produce la saca del corcho, los infinitos alcornocales por supuesto dan pie a ello. El alcornoque (Quercus suber), del que procede el corcho, aparece junto a la encina (Quercus ilex subsp. Ballota) conformando este monte adehesado típico de la región extremeña.
El corcho es un material formado por células muertas y huecas engendradas en el alcornoque, por la división de una capa de células con propiedades meristemáticas denominada “felógeno”. Esta capa produce células hacia afuera, anualmente se irán formando sucesivas capas, engrosando por tanto, lo que provoca que las capas más exteriores se resquebrajen y formen profundas grietas denominadas “colenas”.
Es importante destacar que la producción de corcho al cabo de la vida del árbol es de 2 a 3 veces superior cuando se descorcha que cuando no se hace, lo que nos indica que el descorche estimula la producción de corcho por parte del alcornoque.
Cuando el árbol tiene 25-30 años ya se puede efectuar el primer descorche, el corcho obtenido será el bornizo que irá destinado a trituración, a los 10 años se obtendrá el corcho segundero de mayor calidad, ya en el tercer turno, a los 10 años siguientes se obtiene el corcho de reproducción taponable de alta calidad por su elevada densidad y estructura completa.
En la segunda parte veremos las aplicaciones que existen en función del tipo de corcho y algunas otras fotografías interesantes de esta larga jornada en la dehesa extremeña.
A continuación vemos un vídeo de la aplicación de la extracción del corcho en el alcornoque: